Este fin de semana fui a ver a mis amigos de Fragile (diseñadores de fundas para tablets, iphones, ordenadores, gafas... muy especiales, como dicen ellos, "fundas rústicas para objetos high tech") que exponían en el mercadillo mensual del Mercado de Motores.
Fragile |
Se
trata del primer flea
market al más puro estilo londinense, en Madrid, un lugar donde se reúnen un grupo de
vendedores para ofrecer al público objetos originales, creados y producidos por
ellos mismos, pero que va más allá de lo que tradicionalmente se ha entendido
por ‘mercadillo’. Es un evento organizado en un entorno único en el que se
invita no solo a consumir, también a divertirse y socializarse a través de
distintas actividades. Es un movimiento muy común en otras ciudades europeas que llegó a Madrid en noviembre del 2012 con la inauguracion del Mercado de Motores. A partir de entonces todos los primer fin de semana de cada mes se reunen diferentes creadores para mostrar sus tesoros.
Con un marcado espíritu vintage, buena parte de la nave es ocupada porbicicletas antiguas, muebles de estética retro y objetos de decoración aportados por anticuarios y firmas especializadas. Son
los imprescindibles, el núcleo duro del mercado, que cada mes se hacen
acompañar de otros stands con prendas y complementos de diseño, ropa para el
hogar, discos, vinos y productos artesanales, flores o chucherías.
Eso en el
interior de la nave, porque fuera la actividad comercial se extiende con el Mercado de Particulares gracias al cual cada plaza del parking se cede durante
todo el día a un particular para que instale su propio puesto y pueda sacarse
un dinerillo extra vendiendo los objetos personales de los que desea deshacerse
(muebles, libros, ropa, juguetes, vajilla…).
Por
otra parte, lo que da más valor a este mercadillo es su localización. Una
antigua nave
industrial, declarada Bien de Interés Cultural. El
edificio fue diseñado por Antonio Palacios, arquitecto de
otros edificios emblemáticos de la ciudad como el Círculo
de Bellas Artes o el Palacio de Correos, y sirvió como centro de
generación de energía a la red de Metro de 1923 a 1972. Como muestra de ello se mantienen en el centro de la nave y definiendo el espacio, 3 grandes motores Diesel.
Y
es que, además de los puestos para exposición y venta, el espacio contiene tres zonas de restauración (un
restaurante para comer o tomar el aperitivo, un coffee corner donde disfrutar de repostería artesanal y una zona lounge con sofás), un rincón
de ocio infantil con talleres
para los más pequeños y
un hasta un set para actuaciones musicales, grupos callejeros en su mayoría, que trasladan al
interior de la nave el ambiente y ritmo de la calle.
Os recomiendo que lo visiteis, es un plan muy completo para el fin de semana!
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