Amsterdam se ha vestido de naranja, el emblemático color de
la dinastía de los Orange-Nassau, para festejar a la ya princesa Beatriz y a
los nuevos reyes, Guillermo-Alejandro y Máxima.
La ciudad está de fiesta
Kilómetros y kilómetros de tela de los colores nacionales y miles y miles
de adornos florales decoran la capital.
Las autoridades engalanaron con tulipanes y
flores naranjas la plaza Dam donde se congregaron todos los holandeses
para saludar a sus nuevos Reyes, quienes se asomaron al maravilloso balcón de
Palacio, decorado con flores y naranjas.
La Estación Central resplandece decorada con
banderolas rojas, blancas, azules y naranjas, los colores nacionales y su techo adornado igualmente con
banderas y dos grandes letras W y A (en
referencia al nombre del nuevo Rey, Guillermo
Alejandro, Willem Alexander en neerlandés).
Los tranvías decorados con banderas naranjas y
banderas holandesas, al igual que muchos de los botes que pasaban por los
antiguos canales de la ciudad y los trenes decorados con los colores
nacionales holandeses y un mensaje "De la B a la A" en referencia a
la reina Beatriz y el príncipe Guillermo Alejandro.
Los balcones y ventanas de muchos de los
edificios de la capital neerlandesa se adornaron con la bandera nacional roja,
blanca y azul, y múltiples globos de color naranja se han colocado en lugares
emblemáticos de la ciudad como la plaza Rubens, en donde hasta el maestro de la
pintura porta una bufanda de ese color.
En los escaparates y tiendas enteras hacen su particular homenaje
a la investidura, con camisetas naranjas,
sombreros, estolas de pluma y todo tipo de dulces naranjas.
Y sin perder su identidad como una de las zonas
más liberales de Amsterdam, el Barrio Rojo, también
se unió a la celebración de la investidura real de Guillermo y Máxima.
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