Todos somos conscientes que actualmente el minimalismo, el blanco y negro, las líneas rectas y frías han dado paso a un estilo de decoración mucho más acogedor como es el Vintage o el Shabby Chic.
El estilo SHABBY CHIC, también conocido como Boho, tiene su origen en las grandes casas de campo de Gran Bretaña, en las que prevalecía la madera, el color blanco y muebles antiguos adquiridos en mercados de pulgas. En estas casas de campo se veían muebles pintados una y otra vez, así como tapizerías con aspecto gastado.
Este estilo de decoración ha resurgido en los últimos años en Estados Unidos, a través de la diseñadora, Rachel Ashwell, creando una marca propia, sinónimo de su estética y estilo de vida. La comodidad, la belleza de las imperfecciones, el encanto de los objetos desgastados por el tiempo, y el atractivo de una vida práctica sencilla: son las piedras angulares de la marca Shabby Chic.
Curiosamente, Shabby significa raído, desaliñado y contrasta con Chic, que tiene un significado más elegante.
El Shabby Chic es la combinación perfecta del estilo Vintage y el romántico. Un estilo que en un principio puede parecer muy femenino y delicado, pero eso dependerá de la manera de utilizarlo.
Muebles blancos, patinados, antiguos, toman protagonismo, todo acompañado con iluminación exclusiva mediante velas, arañas y apliques con pantallas decoradas. Las telas tienen una presencia muy importante, acolchados, almohadones, doseles, cortinas, toallas, bordados, con infalibles patchwork, y toques románticos, usando las flores como motivo principal.
Los flores además de estar presentes en las telas también lo están de una forma natural en la decoración, en pequeños ramilletes, secas o naturales, en jarrones o cuencos de porcelana o cristal.
El color principal es el blanco combinado siempre con la paleta de colores pastel como el rosa, verde agua… creando estancias muy luminosas.
La fascinación por las cosas viejas, de aspecto desgastado y oxidado, la porcelana, el cristal tallado, los conjuntos de teteras y tazas vintage, las vajillas esmaltadas o los muebles de hierro también ayudan a complementar este estilo.
Shabby Chic le da valor a la calidad de la pieza original y al hecho de que todavía exista y tenga su utilidad, le resalta su carácter si la pieza esta descolorida, oxidada o deteriorada.
Particularmente me gusta mucho este estilo utilizado de una forma controlada, sin abusar de las tapicerías floreadas y papeles de pared, llevando al extremo el estilo del típico salón de té inglés. Una aplicación más actual, más limpia y menos recargada creará estancias luminosas y muy acogedoras.
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